#ElPerúQueQueremos

HA MUERTO PEDRO VILLA, EX DIRIGENTE DEL PST

Publicado: 2015-07-08

Murió Pedro Villa, en La Paz - Bolivia, donde residía desde que se integró a la sección de la LIT CI en ese país alrededor del año 2005. Pedro Villa fue principal dirigente del PST peruano durante la década de los 80 y los 90, un periodo particularmente rico en la historia de nuestro país y de nuestro partido.  

Pedro se inició como militante en las filas de Vanguardia Revolucionaria, allá en los albores de los años 70, siendo estudiante de la Universidad Agraria donde llegó a ser vicepresidente de la Federación de Estudiantes. Era la época de la dictadura militar y se vivía una oleada revolucionaria en toda América Latina bajo el impulso de la revolución cubana, encendiendo la pasión revolucionaria de miles de jóvenes. Pedro era uno de ellos. Por su dedicación sufrió cárcel y fue expulsado de la Universidad. Como muchos de su generación y de los militantes de VR, se hizo trotskista. Adhiere así al FIR (Frente de Izquierda Revolucionario) y al Secretariado Unificado (SU) de la IV Internacional. El año 75 se escinde con un grupo que se autodenomina FIR POC Trostkista. Tres años después, a fines de 1978, su grupo se integrará al PST abrazando al “morenismo”, la otra corriente, crítica del SU por su desviación guerrillerista, que lideraba el argentino Nahuel Moreno, corriente que con los años construiría la LIT CI.

En los 80 el PST enfrenta el duro desafío de abrirse un espacio político propio contra dos bloques que dirigían y copaban el movimiento de masas: Izquierda Unida, alianza electoral de toda la izquierda reformista y colaboracionista de clases, y de Sendero Luminoso, la organización maoísta que había iniciado su alzamiento armado. Son años de poderoso ascenso revolucionario. El PST pudo abrirse un espacio y constituirse en un polo revolucionario alternativo, gracias a su política de independencia de clase y a su presencia en la clase obrera, lo cual fue posible por su batalla por construirse como una organización leninista, esto es disciplinada y centralizada. A Pedro Villa le tocó jugar un rol central en la construcción partidaria en toda esta etapa, mientras Ricardo Napurí y otras reconocidas personalidades del PST, tenían el rol principal de figuras públicas.

En los inicios del año 90 Pedro fue retirado de la dirección y suspendido en sus derechos militantes por una falta moral grave: agresión física contra dos compañeras. En el PST como en la LIT CI no se permite ni tolera la agresión de cualquier índole contra las compañeras, y el castigo es más duro cuando se es dirigente porque son los que deben dar el ejemplo. Su sanción debilitó cualitativamente a la dirección, dejándola desarmada para enfrentar dos procesos adversos que combinados provocaron una crisis de casi disolución del PST: la dictadura de Fujimori, que en 1992 infligió una profunda derrota a los trabajadores, y los acontecimientos de Europa del Este y la ex URSS, que dieron lugar a un giro oportunista de amplios sectores de la izquierda mundial y que hicieron estallar a nuestra Internacional.

El hilo de continuidad se mantuvo gracias a la reserva de los pocos cuadros y militantes que quedaron. Pedro, recuperando sus derechos militantes, se reincorporará después, volviendo a desempeñar un rol central en el grupo. Desde este lugar pasó a ser dirigente de la LIT CI, donde contribuyó a su defensa y reconstrucción en el momento de su peor crisis. Ocupando ese cargo, hacia el 2004, fue desplazado a Bolivia para ayudar a la construcción de la sección de dicho país.

Estando en Bolivia una nueva denuncia moral cae sobre Pedro, esta vez de su ex compañera, también por agresiones físicas y morales. Como era dirigente Internacional el caso fue tomado por la Comisión Moral Internacional (CMI). Esta vez Pedro se negó a comparecer y declarar ante dicha Comisión, y con una maniobra fraccional se abroqueló detrás del partido boliviano que se alineó con él en su rebeldía y en la defensa de una postura sin principios. Luego de muchos esfuerzos y llamados, la CMI resolvió su expulsión de la Internacional, y el siguiente Congreso Mundial de la LIT CI ratificó esta decisión. En temas de moral la LIT CI no da concesiones, más aún, repito, si se trata de dirigentes.

Así, Pedro encabezó la segunda generación de dirigentes que pusieron en pié al PST en los 80 y 90, luego del fracaso y quiebra de la primera camada fundadora que dirigió Francisco Montes (hoy también fallecido). En esta labor Pedro destacó por su energía y determinación, su capacidad, dedicación y entrega a la causa revolucionaria. Pedro había optado por ser profesional revolucionario desde muy joven asumiendo todos los sacrificios y desprendimientos que conlleva. Los que se dedican a tiempo completo al partido deben ser sostenidos por éste, pero muchas veces o en algunos periodos la organización no puede hacerlo y el militante debe arreglárselas por su cuenta. En este contexto Pedro desarrollaría una forma de vida y una relación familiar que distorsionaron su conducta, hasta degenerar, tornándose incompatible con la moral y los principios de la organización.

Sobre sus restos, lamentando la pérdida del viejo amigo y camarada, del hombre que jamás claudicó ante el enemigo, que se propuso ser un profesional revolucionario cueste lo que cueste con la comprensión que no hay otra forma de construir el partido, que consagró sus mejores esfuerzos al PST y a la LIT CI durante un periodo clave de nuestra historia, reivindicamos a esta parte del hombre y al trecho que recorrimos juntos, no al que se alejó, manchado por una falta moral y una indisciplina deshonrosa.

Pedro Villa, hasta el socialismo siempre. A sus hijos y familiares, a Hilda, su ex compañera y mujer ejemplar, mi pesar.


Escrito por

freddysala

Militante socialista desde 1972. Periodista. CCSS en UNMSM. Compromiso de vida con los destinos de la clase obrera.


Publicado en