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LEON TROTSKY, 75 AÑOS DE SU ASESINATO POR UN SICARIO DE STALIN.

TROTSKY ES LA ALTERNATIVA

75 AÑOS DESPUES DE SU ASESINATO, EL LEGENDARIO REVOLUCIONARIO Y SU LEGADO SON REFERENTES FUNDAMENTALES PARA LOS JOVENES Y LOS  LUCHADORES DE HOY

Publicado: 2015-08-20

Cuando el agente estalinista Ramón Mercader asestó el golpe de picota sobre la cabeza de León Trotsky el 20 agosto de 1940, causándole la muerte, no sabía que en ese momento colocaba a este personaje en el umbral de la historia como el referente indiscutido de la revolución mundial.  

Y esto, no sólo porque León Trotsky era, al momento de su muerte, un héroe revolucionario ejemplar: líder junto a Lenin de la primera revolución socialista triunfante en Rusia de 1917, ex jefe del Ejército Rojo que venció al imperialismo en 18 frentes militares, el que organizó la Internacional Comunista que en sus primeros años llegó a ser el partido mundial de los trabajadores, y el que libró una lucha sin cuartel defendiendo, contra Stalin, las banderas del marxismo. Pero León Trotsky es el referente de la revolución mundial sobre todo porque dejó un programa para la revolución, el Programa de Transición, y una organización para llevarla a cabo, la Cuarta Internacional.

Cuando Trotsky caía asesinado una sombra acechaba al mundo: el fascismo. Hitler había iniciado la ocupación de Europa y en los siguientes años empujaría a la humanidad a la mayor conflagración de la historia. El fascismo era producto de la reacción capitalista ante el atraso de la revolución mundial. La revolución había sufrido profundas derrotas en Alemania, Francia y España, por la traición de los PC digitados por Stalin. En la misma URSS se afianzaba el poder de la burocracia luego de la persecución y aplastamiento de la Oposición de Izquierda. La continuidad de Octubre, de Lenin y Marx, era sostenido en esas circunstancias por un puñado de revolucionarios liderados por Trotsky. Él y sus seguidores se propusieron construir un programa y una organización revolucionaria para resistir el momento, y para dotarle una nueva dirección a la oleada que, preveían, vendría después de la segunda guerra. Para impedir este proyecto, Trotsky fue asesinado; igual suerte corrieron muchos de sus compañeros. La Cuarta Internacional sin Trotsky, luego de la guerra, quedaría desarmada para responder a los nuevos procesos de la lucha de clases, mientras el stalinismo saldría fortalecido y por décadas ejercería un peso gigantesco sobre la clase obrera. La debilidad de la Cuarta Internacional se extendería hasta fines de los 80 cuando se produce el colapso de los regímenes dictatoriales de la ex URSS y Europa del Este, confirmando plenamente el programa y la lucha de Trotsky y los trotskistas, pero sin que estos estuvieran en condiciones de disputar la dirección en dichos procesos.

Este colapso produce un fenómeno contradictorio. Por un lado libera a los trabajadores de ese saco de fuerza que era el stalinismo, pero por el otro inflige un retroceso en la conciencia de los trabajadores porque los ideólogos del capital se encargan de identificar al socialismo con las dictaduras de la ex URSS y Europa del Este y con las atrocidades de sus regímenes. Por eso que en los nuevos procesos no hay espacio todavía par las opciones revolucionarias sino para una pléyade de nuevos reformistas: el chavismo en América Latina, Syriza en Grecia, Podemos en España; con su programa de humanizar al capitalismo.

El 2008 se produce un nuevo giro en el mundo: quiebra el poderoso banco de inversión Lehman Brothers y el sistema financiero mundial es llevado al borde del abismo; el fantasma del 29 se instala en Wall Stret. Se inicia una nueva crisis del capitalismo mundial. En su primer momento la crisis arroja a la calle a millones a trabajadores en el mundo. Los ideólogos que inventaron la peregrina idea de que luego de la ex URSS asistimos al fin de la historia, no pueden explicarse la naturaleza de la crisis. Y vuelven a desempolvar un viejo libro, el único que hace 150 años explica con rigurosidad lógica y científica las leyes de funcionamiento del capitalismo y sus crisis: El Capital, de Carlos Marx, cuya edición volvió a editarse en varios idiomas. El marxismo y los marxistas que habían sido dados por muertos por la ideología oficial, gozaban de buena salud. Hoy la crisis se expresa en el enfriamiento de la economía de China que arrastra a la caída a las economías de las naciones atrasadas, y en las metrópolis tiene la forma de un creciente endeudamiento de los estados que se viene descargando sin misericordia, sobre los trabajadores.

En este nuevo panorama, si bien nunca dejo de haber luchas esta vez cobraron otro contenido y perspectiva: el cuestionamiento al capitalismo. El reciente fracaso del gobierno de Syriza, elegido para que ponga fin el ajuste, y que sin embargo se pasó al lado de los banqueros y capitalistas, es una clara muestra de que no hay espacio para reformas ni para negociar concesiones con el capital. La antigua consigna de los marxistas, Socialismo o Barbarie, vuelve a cobrar actualidad a la luz de los acontecimientos mundiales recientes.

Moribundo en su lecho, Trotsky dijo: “Díganle a mis amigos que estoy seguro de la victoria de la Cuarta Internacional…”. Solo la Cuarta Internacional tiene un Programa para la toma del poder por la clase obrera liderando a los oprimidos y explotados. La Cuarta Internacional, hoy, sin embargo, es un gran movimiento, pero con una vertiente firme y combativa en torno a la Liga Internacional de los Trabajadores. “La Cuarta Internacional es la bandera de nuestra próxima victoria”, más que una proclama debe ser entendida como un llamado a la acción, a la tarea de construirla, de enraizar sus partidos en la clase obrera, de llenarlos con la vitalidad de los jóvenes luchadores y dándole el lugar de honor que en ella tienen las mujeres luchadoras y todos los oprimidos en busca de libertad.

Trotsky es ejemplo vital para los luchadores de hoy y del mañana. Pero para la victoria necesitamos hacer nuestro su Programa y construir la Cuarta Internacional y sus secciones. Trotsky es la alternativa, como ejemplo y como legado.


Escrito por

freddysala

Militante socialista desde 1972. Periodista. CCSS en UNMSM. Compromiso de vida con los destinos de la clase obrera.


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