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francis gama, lider de los trabajores de saga

LOS ABUSOS EN SAGA FALABELLA

"¡PASA LA VOZ, LLEGO EL CIERRA PUERTAS EN SAGA!"

Publicado: 2020-02-04

Por fuera flores y por adentro temblores: Saga también aplica cierrapuertas a los 8 mil trabajadores de la corporación negándose a resolver su Pliego de Reclamos y atropellando por doquier sus derechos más elementales. En respuesta, el sindicato liderado por la dirigente Francis Gama se encuentra en pie de lucha, luego de realizar un exitoso paro nacional alista nuevas medidas y llama a la solidaridad de todos los trabajadores hasta la consecución de sus demandas. 

Nadie podría creer que detrás de las imágenes comerciales de Saga Falabella, como la sensual Jessica Parker de la serie norteamericana “Sex and the City” y de otros íconos del mundo del glamour y la buena vida como Valeria Maza o Ricky Martin, reine el abuso, la brutal explotación y el maltrato contra sus miles de trabajadores, ante los cuales cualquier empresario de microempresa podría quedar como un gran caballero.

Saga es propiedad de la familia Solari Falabella, uno de los mayores grupos empresariales de Chile con presencia en toda América Latina y moviliza cada año alrededor de 900 millones de dólares en ventas. El Perú representa uno de sus principales negocios: de 2 tiendas ha saltado a 30, es propietario también de las cadenas Tottus, Sodimac, Maestro y del Banco Falabella, planea abrir más tiendas así como potenciar su e-commerce que ya representa más de la mitad de sus ventas.

Así, es normal que cualquier trabajador al hacer su ingreso a esta poderosa multinacional piense en labrarse un futuro, pero solo adentro se da con la ingrata sorpresa de que es exactamente lo contrario, pues descubre lo mismo que todos hemos visto detrás de la muerte de dos jóvenes trabajadores en la tienda de la corporación McDonal’s: un régimen laboral de esclavitud.

En Saga trabajan cerca de 8 mil trabajadores, de los cuales el 40% es part time, es decir trabajan menos de 4 hrs. diarias por lo que no reciben ningún beneficio adicional y menos pueden estabilizarse ni afiliarse al sindicato; asimismo, hay trabajadores que ganan menos que el mínimo, 750 y 790 soles (ver imagen).

Los cajeros, adicional al salario reciben un bono, pero su pago está condicionado al cumplimiento de metas y obligaciones de ventas, y al control de un “cliente incógnito” que no es otra cosa que un rastreador de la empresa que “evalúa” si cumplen con todas las exigencias que se les impone: “si lo saludaste correctamente, si le pediste la tarjeta CMR, si le pediste la cuota, si le ofreciste el seguro, si lo hiciste el canje de bono…, de otro modo te retiran el bono por más que te hayas esforzado todo el mes y te hayas quedado fuera de hora”, denuncia Francis Gama.

Eso de “quedarse fuera de hora” no es, por supuesto, nada voluntario. La tienda cierra a las 10 p.m. pero en Caja quedan colas que deben atender hasta el final. Para no pagar sobretiempo muchas veces se ordena al trabajador, o trabajadora, a que marque su hora de salida aunque tenga que permanecer en su sitio.

En la corporación los Centros de Distribución (CD) constituyen el corazón de todo el negocio: consisten en gigantescos centros logísticos encargados de abastecer a todas las tiendas, incluidas las de Maestro, Sodimac y Tottus. En ellos los trabajadores que se desempeñan de pie casi todo el día y muchas veces cargan bultos a pulso desde un refrigerador hasta un sofá cama, deben echarse sobre el piso de concreto para descansar algo. Obligado por la denuncia del sindicato e incluso multada por este hecho, la empresa recién ha instalado una pequeña área de descanso.

En los CD tampoco se cuenta con comedores adecuados, pues los trabajadores deben hacer cola hasta por media hora cuando apenas tienen una hora para alimentarse. En estos locales no se permite el uso de celular y los trabajadores deben permanecer absolutamente incomunicados. En una oportunidad a la hora de salida un trabajador vio en su celular que tenía infinidad de llamadas “perdidas”: su esposa había muerto, pero él no pudo enterarse porque se encontraba incomunicado. El pasado 23 de abril, en uno de estos CD, también una trabajadora falleció por causas naturales; su cuerpo fue encontrado después de 24 hrs., “pero si hubiera el mismo control que hay para el ingreso para la hora de salida, tal vez se le hubiera salvado la vida”, dice Fernando Sevilla, secretario de defensa del sindicato.

Por estas dañinas condiciones de trabajo es común que los trabajadores sufran de estrés, lumbalgia y espolón en los pies. Pero los abusos que sienten las mujeres es mayor todavía: con el cuento de “revisarlas” se realizan tocamientos indebidos, se quejan pero los jefes dicen “son órdenes de gerencia”. Ellas tampoco cuentan con lactarios y menos guarderías, y hasta el mismo horario de lactancia que debe ser determinado por la madre, lo programa la empresa como quiere y cuando quiere.

Represalias contra la libertad sindical

Ante este panorama de abusos un sector de trabajadores promovió la organización sindical para reclamar y ejercer sus derechos. “En un inicio hubo entendimiento y diálogo -- nos dice Luis Paurinotto, otro dirigente del sindicato--, pero desde inicios del año pasado, cuando ingresó Gonzalo del Río Goytisolo como nuevo gerente de Recursos Humanos, cambió toda la política laboral por una de enfrentamiento constante.”

Este nuevo funcionario ha desatado una verdadera cacería de brujas. Los principales dirigentes, incluido Francis, fueron suspendidos por realizar un plantón en una de las tiendas, y los otros dirigentes y trabajadores fueron amonestados con la finalidad de infundirles miedo y para que se alejen del sindicato. A la trabajadora Evelyn Abanto le aplicaron 15 días de suspensión por algunas tardanzas; nunca antes le dijeron nada, o en todo caso le correspondía primero una amonestación; pero de frente le aplicaron la suspensión porque se había afiliado al sindicato.

Como parte de esta nueva política empresarial, desde hace 8 meses no se atiende la solución del pliego de reclamos y se exige un convenio por 3 años, se ofrece 1 sol y algunos centavos de aumento, y sobre todo se quiere colocar allí hasta los beneficios que son costumbres cuando no directamente se pretende recortar otros ya ganados como ocurre con la licencia sindical, argumentando que los convenios anteriores solo tendrían vigencia por un año, lo que es falso. Otro hecho que pinta de cuerpo entero la política empresarial es su negativa a entregarles a sus trabajadores ropa adecuada, pues la que asignan es insoportables en el verano.

La lucha

El sindicato realizó numerosos plantones en sus tiendas de Lima, Arequipa, Trujillo, Chiclayo, Piura y Cajamarca, y el 19 y 20 de diciembre acató un sonado paro que contó con la masiva participación de sus afiliados, y transcendió a la prensa pese a la cortina de silenció que le han impuesto los grandes medios que dependen de la publicidad comercial de Saga. Sin embargo, no se atisba ninguna solución. Es claro para los dirigentes que lo que pretende la empresa es dilatar la solución, cansarlos y hacer primar el miedo para después arremeter contra ellos y los sindicalizados. Conscientes de esta amenaza, los dirigentes preparan nuevas acciones de lucha y se proponen fortalecer su sindicato incorporando a otras bases del Oriente peruano, y avanzar en la unidad con los trabajadores de Tottus, Maestro y Sodimac que son parte de la misma corporación.

Desde el movimiento obrero las bases sindicales no han sido indiferentes a esta lucha, muchos han compartido las noticias por las RRSS expresando su apoyo y algunos reconocidos dirigentes de base como Rony Mendoza, de Cogorno, y Wilfredo Llanos, de BSH, se hicieron presentes en los días del paro.

En 2017, el periodista del diario británico The Guardian, Brian Merchant, logró ingresar sin escolta a la fábrica de productos de Apple, en la ciudad china de Shenzhen, para mostrar los abusos, maltratos y hasta numerosos suicidios que tienen lugar allí, noticia que causó conmoción. Así como los usuarios de los afamados, codiciados y costosos IPhone de Apple hoy saben cómo se manufactura el producto de su deleite personal, hoy también los que disfrutan la vida haciendo compras en Saga o al menos las familias obreras que caminan por sus lujosas, iluminadas y siempre bien perfumadas tiendas, ya saben que al interior de ellas, exactamente detrás del mostrador, sus trabajadores y trabajadoras, que son obligados a lucir sonrientes y atentos, viven un verdadero calvario.

No se sabría esta verdad si ellos no lucharan como lo vienen haciendo, ante la cual nos toca ser solidarios porque su realidad no es distinta a la que vivimos en la mayoría de lugares de trabajo.

RECUADRO

RIPLEY NO SE QUEDA ATRÁS

El Sindicato Ripley Perú, Sutragrisa, protesta porque esta empresa que lleva 22 años en país acumulando año atrás año millonarias ganancias con sus 30 tiendas a nivel nacional, compite también con Saga en los numerosos ataques que inflige a sus trabajadores.

El sindicato denuncia:

-Que la empresa actúa de mala fe al no dar solución a su pliego de reclamos.

-Pretende desaparecer el puesto de vendedor integral para no pagar comisiones pactadas por convenio.

-Traslada de tienda y área por no firmar mutuos disensos (despidos encubiertos), y modifica arbitrariamente los horarios de trabajo y los descansos semanales.

-Los hostiliza rebajando el suelo básico y las comisiones

-Amonesta y suspende de manera abusiva sin derecho de defensa.

-Hace uso y abuso de la contratación part-time contratando a miles de jóvenes con sueldos de 400 soles.

-No cumple con las normas de seguridad y salud en el trabajo, produciendo numerosos enfermos.


Escrito por

freddysala

Militante socialista desde 1972. Periodista. CCSS en UNMSM. Compromiso de vida con los destinos de la clase obrera.


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